DIAGNOSTICO:
Hay tres métodos principales de diagnóstico de la epilepsia:
·
Historia personal y médica del paciente: . El médico la
realiza obteniendo toda la información posible que pueda darle el afectado
(características de los ataques epilépticos, qué le pasa momentos antes de que
comience el ataque, et.). Además añade otra, más científica, sobre la
evolución de la persona (cómo le va el tratamiento, otras pruebas realizadas y
sus resultados, et.)
·
Electroencefalograma: Se hace con una
máquina que proporciona, dibujando unas líneas ondulantes, las señales
eléctricas que llegan desde las células del cerebro. Con el electroencefalograma,
el médico descubre si hay circunstancias cerebrales especiales que expliquen
por qué se producen los ataques epilépticos. No obstante, el
electroencefalograma no siempre muestra que haya indicios de epilepsia, porque
a veces los cambios eléctricos se producen en zonas muy profundas del cerebro;
en otras ocasiones, en el momento de hacer el electroencefalograma no se está
produciendo ningún cambio.
·
Tomografía computarizada: Consiste en otra
máquina que hace una serie de fotografías de los diferentes niveles del
cerebro, con las que se puede ver si existe en él algún bulto, cicatriz, marca
o cualquier otra condición que pueda estar causando los ataques.